Según los datos extraídos del Instituto Nacional de Estadística, en el segundo trimestre, las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas representaron el 68,3% del total de ejecuciones hipotecarias. Dentro de este grupo, el 50,1% correspondió a viviendas habituales de personas físicas, sumando un total de 2.697 ejecuciones, lo cual representa una disminución del 16,0% en comparación con el segundo trimestre de 2022.
Por otro lado, el 7,7% de las ejecuciones hipotecarias correspondieron a viviendas de personas jurídicas, totalizando 417 ejecuciones, lo cual representa una disminución del 46,3% en comparación con el año anterior. Además, el 10,5% de las ejecuciones correspondieron a otras viviendas de personas físicas, sumando un total de 563 ejecuciones, lo cual representa una disminución del 19,8%.
En cuanto a las ejecuciones hipotecarias de otras propiedades urbanas como locales, garajes, oficinas, trasteros, naves, edificios destinados a viviendas, otros edificios y aprovechamientos urbanísticos, representaron el 24,1% del total.
Estos datos muestran la concentración de las ejecuciones hipotecarias en el sector de viviendas, especialmente en las viviendas habituales de personas físicas. Es importante tener en cuenta estos indicadores para comprender la situación del mercado inmobiliario y sus implicaciones económicas.
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